domingo, 21 de noviembre de 2010

Con una sonrisa basta


Cuando pienso que no hago las cosas bien, o que la vida se empeña en correr cortinillas de desencuentros o sinsentidos; cuando la tristeza amanece en mis ojos o la soledad acecha en esa piedra que me cuesta tanto levantar (o, últimamente, escalar), busco sonrisas. Busco sonrisas porque a veces me cuesta dibujar la mía, y no me gusta mi reflejo sin ella. Y la búsqueda trasciende, porque con ese dibujo siempre hay algo más, algo escondido, algo de miedo. Miedo a hacer las cosas mal, a verme solo. Es lo que tiene la seriedad, que a veces lo disfraza todo de inseguridad, carencia, dificultad.

Y mira por donde esta semana las he encontrado. Es verdad que siempre están alrededor, pero a veces necesitas que te las dirijan a ti. Tengo un trabajo especial, especial para mi, porque me ayuda a eso, a ser feliz, a dibujarme sonrisas, a encontrarlas. Esta semana las he encontrado en compañeros, que son ya buenos amigos, en sus planes de cenar, de ir de excursión, de viajar o simplemente en bañarse en limoncello a deshoras. Y sobre todo en unas personitas que tienen un don especial en hacerme sonreír. Unos alumnos que visten de colores, que se transforman en pajaritos blancos, en la conversación que necesitas, en una risa catalizadora de ilusiones y proyectos, que te asaltan por el pasillo con un abrazo, un beso o una palmadita; que te envían un mail después de unos pocos años recordándote como el primer día para decirte que te echan de menos; que te envían una foto con su sonrisa para que pueda escribir estas palabras; que te piden ayuda, sin saber lo que te ayudan ellos cada día, cada mes, cada año.

Y, todos, con su sonrisa han dibujado la mía. Con su sonrisa han borrado palabras, y forjado ilusiones. Con su sonrisa han subido el telón de nuncajamás, del tiempo atemporal en que puedo y debo vivir. Con su sonrisa me han dado el pequeño empujón que todos necesitamos para poder escalar las piedras que bloquean el camino. Y, para los que dormimos solos, es hermoso cerrar los ojos viendo esa sonrisa. Es hermoso sonreír pensando en el mañana.

6 comentarios:

  1. En este camino sin vuelta atrás, en busca de la felicidad, donde el reloj hace tic, tac, tic, tac intentamos encontrar esa felicidad que puede estar en cualquier lugar, ya que el conjunto que nos hace llegar a ella, son pequeños logros, inquietudes, anhelos y gestos que en su totalidad nos hace sentir un poquito mejores y más felices. Fíjate que afortunado eres, que tú lo has conseguido encontrar todos los días. ¡¡¡Enhorabuena!!! Eres la envidia de muchos de los que te leemos. Si ya te digo yo que eres muy listico (con cariño), que al final lo has conseguido. Hip, hip!! Hurra!! Besicos

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  2. Alvaro querido: alguna vez me dijeron por ahi, que las sonrisas son contagiosas, que podemos reir con la mirada, que un tono de voz alegre y jovial son capaces de transformar un día rutinario y opaco , en uno pleno y luminoso.
    Usualmente voy contagiando sonrisas, pero hoy me vi gratamente contagiada por tu magia, mientras recorria con mis ojos tu maravillosa entrada...
    Qué placer leerte! Cuánta sabiduría y ternura transmiten tus palabras!
    Te mando un abrazo de osa, desde el otro lado del mundo...

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  3. aaayyyy alvarico, cuántos recuerdos me trae esa sonrisa!!

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  4. Y es que una sonrisa vale mas que mil palabras...^^ Nunca pierdas la tuya, porque harias que una lucecita se apagase cada mañna en los rosotros de toda la gente que te rodean y te quieren SONRIE!! =)

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  5. El día que escribiste esto, nos vimos, y fue un encuentro corto pero después de tantos años, tantas vivencias, fue suficiente para sentirnos bien, a gusto. Mi vida ha cambiado mucho este año. En una persona risueña como yo es difícil entender que he encontrado la sonrisa, pero ha sido así y en parte como siempre, gracias a tí. En lo bueno y en lo malo estás ahí, no te he agradecido lo suficiente tu apoyo estos últimos días. Nos quedan tantas risas por compartir que sonrío sólo de pensarlo.

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  6. Hermosa sensación la de sentirse rodeado de cariño, ternura, abrazos.
    Tu profesión puede ser ingrata alguna vez, pero grande-grande casi siempre.

    Te felicito de corazón.
    Un saludo

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