Fue que no te lo dije para no decírtelo todo
Fue entonces que el todo me asusta y me desnuda
y me fracasa, ahogado de tes y quieros,
que se me enroscan en los acentos de la garganta.
Fue que no te lo dije para que todo quedara en eso
Y en este no confundir las palabras ni los silencios,
Ni tus labios con los míos ni tus besos con los míos
-aunque sean uno y eternamente uno-
No te lo dije porque me quedé sin aliento
De tanto quererte y desearte navegando por las olas mías.
Fue que no te lo dije porque me enfrasqué de miedos
En monólogos boomerang que salen y vuelven a mí
Y me destrozan por negros la cara oculta de la luna.
No te lo dije aunque pensara hacerlo, susurrado,
A media voz, por entre las rendijas de tu pelo, a tu oído,
Casi rozándote con mis labios y acariciándote casi
Con cada una de las letras que tantas letras merecen.
Fue que no te lo dije, lo sé, y fue que ansíaba por decírtelo,
Cansarme por decírtelo, alegrarme por decírtelo,
Morirme por decírtelo, para sangrar y morir y ser felices
Al decir Te Quiero yo y escuchármelo tú.
Julio Mullero
(Y yo, te lo digo, seré el mar)
Tantas veces, demasiadas, he ahogado las palabras antes de decirlas, he perdido (o eso he fantaseado) tantas vivencias por hacerlo, que alguna vez he de aprender a decir lo que siento sin corsés ni recelos. Dejar atrás el silencio.
Preciosa, gracias por descubrirme esta poesia.
ResponderEliminarTienes razón....a veces el silencio es bueno, pero en ocasiones puede llegar a matar de forma intencionada sentimientos que deben salir de dentro, porque de otra forma pueden llegar a ahogarnos.
ResponderEliminarBonita y certera poesía Álvaro.
Helena, estamos en paz tras Jodorowsky.
ResponderEliminarJulia, estoy de acuerdo contigo en que con el silencio mueren sentimientos que deberían expresarse, pero a veces es tan difícil sacarlos a la luz...