Regreso al mar, a la inocencia, a los sueños de cuando era niño. Cuando ser feliz era mucho más sencillo. No busco nada, o quizás mucho. Tan solo regresar.Respiro, dejo que el sol acaricie mi rostro. Cierro los ojos, no hay tiempo, no hay obligaciones, ni tristeza, sólo respiración, y mar.
Cierro los ojos. Veo un niño corriendo por la arena, sonríe saltando al vaivén de las olas. Alza una mano, me da una mano. Mira al mar.
Respiro, huele a mar, yo soy mar, infancia, serenidad. Siento la brisa en mi cuerpo, los sueños cercanos; soy sonrisa y ojos iluminados. Soy mar, huelo a mar.
Todo queda lejos. Cierro los ojos, sobran las palabras. No quiero abrirlos, sólo respirar, y unirme al mar. Regreso. Es un camino conocido.
Ese niño está creciendo. Se llena de tantas cosas buenas que tiene la vida, la cual le aporta sabiduría, coraje, amor, valor y felicidad que en suma superan con creces las cosas malas que debe apartar, pero sin olvidarse del olor a mar que ahora le impregna y que le hace fuerte. Solo tenía que recordarlo y apreciarlo. Me alegra que el hombre a través del niño vuelva a escribir.
ResponderEliminarMe encanta que respires vida de nuevo....A veces, entre el tumulto cotidiano que nos envuelve dejamos de lado cosas tan sencillas como "mirar al mar", cosas que sabemos que están ahí para nosotros cuando las necesitemos y que con tan poco, podemos cargarnos de esa energia perdida en la cotidianeidad. Respira cielo.
ResponderEliminarQue bonito…. “Regreso al mar”
ResponderEliminarMe alegra saber que te encuentras en tan buen camino, que hueles al mejor perfume que existe, que has regresado a un lugar seguro, fuerte, lleno de vida. Espero que estés muy atento y puedas escuchar....
"El mar encanta, el mar mata, conmueve, asusta, también hace reír, a veces desaparece, de vez en cuando se disfraza de lago, o bien construye tempestades, devora naves, regala riquezas, no da respuestas, es sabio, es dulce, es potente, es imprevisible. Pero sobre todo, el mar llama. Es lo único que hace, en el fondo: llamar. No se detiene nunca, te entra dentro, se te echa encima, es a tí a quien quiere. Puedes disimular no te sirve de nada. Seguirá llamándote. Este mar que estás viendo y todos los otros que no verás, pero que estarán siempre al acecho, pacientes, un paso mas allá de tu vida. Los oirás llamar infatigablemente. Sucede en este purgatorio de arena. Sucedería en cualquier paraíso, y en cualquier infierno. Sin explicar nada, sin decirte dónde, habrá siempre un mar que te llamará"
Alessandro Baricco
Al igual que tu siempre me he sentido muy unida a nuestro mar, y por eso:
ResponderEliminar"Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa...
y amontonado (en este caso, sentado) en tu arena,
guardo amor, juegos y penas,
Yo,
que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en tí cien pueblos
de Algeciras a ESTAMBUL....."
Me pido el próximo paseo por sus orillas.
Besos
El mar es un bálsamo, y me ha ayudado a respirar, pero no podría andar por este camino ni tendría fuerzas, sino fuera por vosotros. El próximo paseo por las orillas de cualquier mar será con vosotros, porque estos días lo ha sido desde el corazón.
ResponderEliminarPor casualidad he entrado en este blog,y me he encontrado con una reflexión muy bien contada, de una persona llena de sensibilidad,que transmite lo que algunas personas no sabemos transmitir tan bellamente,a mi el mar me relaja, cuando cierro los ojos y escucho como rompen las olas en la playa,cuando paseo descalza por la orilla, por eso entiendo el sentimiento que transmite el escrito, gracias por saber transmitir a traves de la escritura lo que sucede en nuestro interior,es una buena via para seguir avanzando.
ResponderEliminarAnónimo, gracias por tus palabras, y, sobre todo, por compartir el sentimiento. Tus palabras también marcan un camino a seguir. Un abrazo
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